Queridos Amigos,

Mientras llegamos a nuestro vigésimo año como organización, reflexionamos acerca de los pilares que siguen siendo nuestras metas hoy en día: la amplificación de las voces locales por encima de la codicia corporativa, el manejo de estrategias legales de vanguardia, campañas de alto impacto y una robusta red de activistas preparados que continúan diciéndole la verdad al poder. De la oficina de un solo cuarto con una sola computadora en Tailandia con la que comenzó, ERI ha expandido su alcance global a cuatro oficinas en los EE.UU., Perú, Tailandia y Myanmar, albergando a un equipo de sesenta personas alrededor del mundo.

En 2014 nos unimos para completar un ambicioso plan estratégico. En el curso de los próximos cinco años, planeamos construir sobre los últimos veinte años de logros mientras avanzamos en nuestra misión de proteger y promover los derechos de la tierra, combinando capacitacion, trabajo legal y campañas. Dentro del amplio terreno de la defensa de los derechos de la tierra, ERI ha identificado seis áreas de urgente preocupación: las industrias extractivas, como petróleo, gas y minería; mega proyectos como represas y carreteras; derechos de la tierra para comunidades vulnerables; obligaciones e inmunidades de instituciones financieras internacionales; seguridad de los defensores de los derechos de la tierra; y cambio climático. ERI continuará innovando estrategias, trabajando para traspasar el poder de las corporaciones a las comunidades locales en Mekong, la Amazonía y alrededor del mundo.

Aunque vimos muchos ejemplos de destrucción en nombre del desarrollo, también celebramos el significativo progreso que hubo para el movimiento de derechos de la tierra. En Myanmar, mientras crecen las Zonas Económicas Especiales (SEZs) y las comunidades son afectadas por industrias contaminantes, ERI llevó a pobladores recientemente desplazados de la SEZ Thilawa cerca de Yangón, a Japón para exigir que JICA, la agencia de gobierno japonesa que financia operaciones en la zona, responda públicamente a los reclamos de intimidación e indignidad que los pobladores sufrieron durante el proceso de reubicación. Por primera vez desde que sus tierras fueran confiscadas hace casi veinte años por el gobierno de Myanmar, los aldeanos usaron a la defensa pública para demandar el debido proceso y mejores compensaciones, abriendo las puertas a otras comunidades afectadas.

En la región del Mekong, donde los proyectos de desarrollo como el de la represa Don Sahong amenazan con destruir los ecosistemas y el sustento de los pobladores, estrenamos nuestra serie de cuentacuentos Faces of Change, que muestra las injusticias causadas por estos destructivos proyectos y habla acerca de los defensores que luchan en contra de ellos. Cruzando el globo, en la Amazonía, aún cuando la policía dispara contra los manifestantes protestando en contra de una compañía minera gigante en Perú, vemos a comunidades indígenas luchar unidas en contra de grandes proyectos petroleros. En los EE.UU., donde el poder corporativo es cada vez más ilimitado debido a fallas en las cortes para limitarlo, celebramos un acuerdo en nuestro caso contra Occidental Petroleum por contaminar la cuenca del río Corrientes de la Amazonía peruana.

Estamos humildemente agradecidos y orgullosos de ser parte del movimiento de los derechos de la tierra y la base sobre la cual podemos crear un mondo mejor. Pronto inauguraremos el Centro de Liderazgo y Justicia Mitharsuu en Chinag Mai, dándole a la región del Mekong un modelo de construcción verde que también servirá de punto de encuentro para las mentes y corazones que buscan un futuro justo y sostenible para esta región y para todos.

Como siempre, gracias por unirse a nosotros.

Solidariamente,
Katie & Ka Hsaw Wa