- Durante la conferencia se analizó la situación de las comunidades nativas y pueblos indígenas en medio de la crisis medioambiental.
- Defensores y defensoras de la naturaleza y del territorio participaron de la conferencia organizada por Naciones Unidas en Estocolmo el 2 y 3 de junio.
El 2 y 3 de junio se llevó a cabo una de las reuniones internacionales más grandes de las últimas décadas sobre la conservación del medio ambiente: “Estocolmo+50: un planeta sano para la prosperidad de todos – nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad”, en conmemoración de la primera conferencia sobre el medio ambiente organizada por las Naciones Unidas, en Estocolmo en 1972.
Han pasado cinco décadas desde que el tema medioambiental tomara relevancia internacional, involucrando a 113 presidentes de Estado de varios países, quienes expusieron su preocupación por el futuro del planeta si no se tomaban cartas en el asunto con seriedad y oportunidad.
A pesar de las buenas intenciones y acertados discursos, la crisis climática es hoy peor, nada se ha avanzado. El cambio climático es un hecho y las industrias extractivas siguen siendo el poderoso Goliat frente a las comunidades y pueblos indígenas, que deben luchar, sin apoyo del Estado, y más aún, con el riesgo de perder su propia vida.
LA VOZ DE LA AMAZONÍA PRESENTE EN ESTOCOLMO+50
En Estocolmo+50 Anoshka Irey Cameno brindó su testimonio como lideresa indígena y defensora del pueblo Harabukt de Madre de Dios en la Amazonía del Perú, junto a otros representantes de las comunidades indígenas del mundo.
“Vengo como representante del pueblo Harabukt, nuestro territorio está en riesgo ante la contaminación y depredación de la Amazonía. Estamos indignados porque nuestros derechos están siendo vulnerados y no tenemos ningún apoyo por parte del Estado peruano que, en cambio, sí apoya a las empresas, dándoles seguridad y resguardo policial”.
Anoshka como dirigenta de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes – FENAMAD, explicó la compleja situación en la que viven a diario tanto la Federación como las comunidades que se oponen a las empresas petroleras, madereras, y a la minería ilegal, por lo que, como consecuencia, reciben constantemente amenazas y amedrentamiento, incluso psicológico.
A pesar de esta situación Anoshka dejó un potente mensaje: “Nos quieren desaparecer, pero los nativos, los indígenas, no morimos y jamás vamos a retroceder en la defensa de nuestra madre tierra”.
Asimismo, la defensora amazónica, pidió reconocimiento y respeto por los hermanos en aislamiento voluntario, cuya presencia y existencia viene siendo cuestionada. “No estamos en contra el desarrollo. El desarrollo no es poner carreteras donde viven nuestros hermanos en aislamiento voluntario, ellos merecen reconocimiento y respeto porque son una cultura viva y debemos protegerlos”.
EL ROL DE LA MUJER INDÍGENA EN LA DEFENSA DEL TERRITORIO
Las mujeres indígenas, como las que viven en otros contextos territoriales y sociales, han estado mucho tiempo abocadas al cuidado de la familia, responsables del bienestar de los hijos y adultos mayores.
En los últimos tiempos, sin embargo, cada vez son más las mujeres que toman parte activa en la defensa del territorio y de la comunidad, tarea compleja que asumen a la par de sus quehaceres diarios.
En este contexto, durante el evento paralelo “Resistencia y Resiliencia: Reforzando el espacio cívico para las mujeres defensoras del medioambiente”, coorganizado por EarthRights International, Anoshka resaltó el rol de la mujer indígena en la lucha de la defensa territorial.
“Las mujeres tenemos una visión diferente a la de los hombres y con esto aportamos a las soluciones, pensando en el bienestar de las familias, de los niños, niñas, de los más vulnerables”. Agregó que “las mujeres no negociamos con la ilegalidad y desde ahí nos hemos opuesto a quienes quieren apropiarse de nuestro territorio”.
Finalmente, se hizo un llamado para que los testimonios y problemáticas expuestas sean tomadas en cuenta para la elaboración de políticas públicas en favor de las comunidades nativas que son las que se encargan de la importante labor de resguardar la integridad de la naturaleza y la supervivencia de sus pueblos. Labor que, además, beneficia a todos los habitantes del planeta, que ya vivimos los estragos de la deforestación y depredación de los bosques amazónicos.
Más información:
Fundada en 1982, FENAMAD tiene un largo compromiso con la defensa de los derechos y territorios de los pueblos indígenas, incluidos aquellos que viven en aislamiento voluntario y en contacto inicial. Actualmente, en virtud de su ejercicio de defensa de estos derechos, enfrenta una situación de intimidación y censura por parte de las industrias extractivas y del propio Estado peruano.
Contacto Programa Amazonía – Perú:
Rosa Arista – rosa@earthrights.org