Esta defensora de derechos culturales y ambientales se encargó de preservar el patrimonio cultural de su pueblo y luchó por preservar los conocimientos tradicionales. Como muchas defensoras Olivia fue asesinada sin que el Estado le brindara protección y garantías para el ejercicio de sus derechos. Este asesinato se suma a los 197 casos de defensores/as ambientes asesinados/as en América Latina en 2017 según Naciones Unidas.
En el Perú la violencia contra defensores y defensoras ambientales es un grave problema que no ha sido atendido por el Estado a pesar de su compromiso con adoptar mecanismos de protección adecuada para estos. Por ello, instamos al gobierno para que implemente sin más dilación mecanismos efectivos para la protección integral de los y las defensoras de derechos humanos en todo el territorio nacional.
Exigimos a las autoridades nacionales que se realice una investigación diligente y efectiva para sancionar a quienes fueron responsables de este reprochable asesinato. Además exigimos protección y garantías para su familia y su comunidad.
Nuestra solidaridad con las mujeres indígenas de todo el mundo, con las defensoras ambientales y en particular con la comunidad Shipibo Konibo.