La Nación U’wa tomó una planta de gas en su tierra ancestral para protestar contra el gobierno Colombiano

Por medio de la presente y de manera muy respetuosa, nos dirigimos a Ud. las organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales, abajo firmantes, para expresar nuestro respaldo y solidaridad con la Nación U’wa, y con el proceso de reivindicación de sus derechos, y, fundamentalmente para manifestar nuestra preocupación por el incumplimiento, por parte del Estado, con los acuerdos firmados entre el Gobierno Nacional y la Nación U’wa, hace ya más de dos años, en mayo de 2014. Tras la firma de los acuerdos, en junio de 2014, muchas de las organizaciones aquí firmantes, enviamos una carta similar solicitando al Estado colombiano que tomara todas las medidas necesarias para proteger y respetar la vida, la integridad, y los demás derechos de la Nación U’wa. En esta ocasión, y ante la falta de avances y cumplimiento de los acuerdos, nos permitimos reiterar dicha solicitud.

Para nosotros, la Nación U’wa ha sido un referente por más de dos décadas de la reivindicación justa de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, tanto en Colombia como en todo el mundo. En los últimos meses, hemos monitoreado con gran interés las acciones colectivas pacíficas que la Nación U’wa, conjuntamente con otros pueblos indígenas y comunidades campesinas, ha tomado en defensa de su territorio sagrado y ancestral. Admiramos profundamente la visión, paciencia y disciplina con la cual la Guardia Indígena U’wa ha actuado en Zizuma, su sierra nevada sagrada (El Cocuy) y más recientemente cerca de la plataforma gasífera Gibraltar, que queda afuera de su Resguardo Unido pero dentro de su territorial ancestral.

Preocupa la falta de voluntad del Estado para cumplir con los acuerdos suscritos el 1 de mayo y el 6 de junio de 2014, la dilatación y falta de respuesta efectiva, pese a las reuniones sostenidas entre el Gobierno y la Nación U’wa. Entendemos que la Nación U’wa no queda solo en su situación de espera, pues la última Minga Agraria, Campesina, Étnica y Popular se lanzó con base de más de 1200 acuerdos similares incumplidos, y que se está en un proceso de diálogo. Así, la negociación actual, es una gran oportunidad para que el Estado Colombiano cumpla de manera real y efectiva los acuerdos suscritos, y por ende de cuenta de su compromiso con el respeto y garantía de los derechos individuales y colectivos de esta Nación ancestral y milenaria violentada por décadas. Es una oportunidad, para que el Estado haga realidad su compromiso con los pueblos indígenas, que es sin duda, imprescindible para una paz duradera.

Como organizaciones que venimos acompañando a la Nación U’wa, seguiremos muy atentos de los próximos pasos. Tenemos la gran esperanza de que el Estado cumpla los acuerdos suscritos, así, como sus compromisos nacionales e internacionales en aras del respeto de los derechos de los pueblos indígenas. Que garantice la vida, la integridad, el desarrollo y cultura de la Nación U’wa, como base fundamental del Estado Social de Derecho.